LA BURLA- en vivo.

CUANDO FREUD CONOCIÓ A FACEBOOCK

Los seres humanos cada vez nos alejamos más de los métodos naturales de seducción, esos que requieren esfuerzo físico y mental. En las redes sociales hay usuarios que deciden ponerle color y temperatura a la Web con fotos, notas, declaraciones, etc. Pero lo cierto que para publicar o cargar información será mejor pensarlo 10 veces porque después del clic ya no hay vuelta atrás.

Yo quiero tener un millón de amigos y como dice Juan Carlos Pelotudo quiero “minitas”. Facebook, por ejemplo, nos permite encontrarnos con amigos y difundir inquietudes. Pero, ¿será esta un arma de doble filo a la hora de revelar algunos de nuestros deseos más oscuros?. Sin lugar a dudas, el portal expone el inconciente y detalles de nuestra personalidad con cada movimiento que damos.

En la “era de la imagen” nos olvidamos que no todo es mostrarse. Muy pocos completan en sus perfiles datos sobre sus gustos personales, religión, políticas, etc... De todas forman en: “En que estás pensando…” mostramos más de lo que nos imaginamos a los demás. No sabía que además se pueden comprar amigos. Todo esto y mucho más en un espacio en el que hasta los perros también tienen su perfil.

Algunos perfiles comunes

Los forever young: No publican nunca su edad y se enojan si aparecen recuerdos de antaño que denoten su edad.

Los solitarios: Crean un álbum con fotos de sus mascotas tratándolas como si fuesen sus hijos

Los calienta-mouse: Muchos adolescentes, y otros no tanto, encuentran en la Web un canal único para mostrarse con poca ropa y calentar el monitor.

Los simuladores: Hay parejas que se aman a la vista de todos. Para ellos la imagen es todo.

Los cazadores furtivos: Agregan y solicitan amistad a todos los que les atraen. Cuidado que podés ser víctima de su próximo palo y a la bolsa.

Los payasos: Viven de joda y no se toman nada en serio.

Los sinceros: Escriben y asumen con seriedad lo que realmente están haciendo en ese momento.

Los padrazos: Muestran a sus hijos a cada momento.