jueves, 1 de junio de 2017

EVITEMOS “ESE MALDITO DETALLE”

Como dirían en su canción mis amigos porteños de la Missisippi Blues Band “ese maldito detalle fue fatal”. Porque a los argentinos siempre nos esta faltando una vuelta de rosca. Sea una cuestión de cultura o imagen necesitamos más respeto cuando prendemos la máquina para salir. Hasta entonces manejamos con ese karma salvaje y hostil. “Estoy harto de boludos como vos en la calle” le decía un conductor en nuestra Ciudad, mientras le daba patadas ninjas al auto por alguna pelea de transito. Parece que duele ser argentino últimamente. Tal cual como nos va en el fútbol nos manejamos en la calle. Casi siempre la gran mayoría de conductores pretende adelantarse y avivarse, pero olvidamos que esa pequeña acción u omisión es la que perjudica a nuestros vecinos de pista. Cuando tocamos bocina mientras otros se encierran como si fuesen autitos chocadores. Si se pone atención en cualquier esquina podes ver como ella una insulta a alguien mientras él escarba su nariz y espera en el semáforo. A la vez, en otro carril, en un coche otra mujer se pinta la cara cuando otro despistado avanza mirando su celular. ¡Así vamos! Ojalá no tengas que cruzar el centro de este salvaje oeste ya que suele ser una verdadera odisea. Casi imposible y encima numerosas arterias padecen arreglos sin ninguna planificación complicando la circulación. Por ejemplo asfaltan algunos de los incalculables pozos de las calles pero dejan igual hundidas las tapas de agua como agujeros institucionalizados. Pareciera que a primera hora de la mañana todos calculamos el horario mal para llegar a nuestro trabajo, apurándonos para llegar a tiempo. La ansiedad al volante es dañina y contagiosa. Recuerden que era ayer cuando llegaban a Mendoza esos en caballitos y mateos. Hoy aunque nos parezca increíble la provincia tiene records de accidentes. Será por eso que lo veo todos los días a Leopoldo Luque por la Boulonge Sur Mer en bicicleta. Claro ese si fue un verdadero Campeón del mundo.